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Cuando la DISCAPACIDAD NO IMPORTABA

Foto del escritor: PsicoPiramidePsicoPiramide

Actualizado: 26 jul 2022



La Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso que el 3 de diciembre de cada año se celebre El Día Internacional de las Personas con Discapacidad, para sensibilizar y darle visibilidad a este colectivo en la lucha por sus derechos, para que sean incluidos de forma plena en la sociedad.


La discapacidad puede afectar de distintas maneras y grados de afectación. Se entiende discapacidad como la incapacidad de participar plenamente en una actividad por un déficit fisiológico, anatómico o psicológico. Pudiendo ser congénita (como el síndrome de Down) o adquirida (una paraplejia, por ejemplo).


Recurso que quizás te interese... Película "Perdona nuestras ofensas" (2022).

Todos hemos oído hablar de Darwin y sus teorías sobre la evolución de las especies, pero quizás hemos oído menos sobre su primo, Francis Galton. A pesar de que quizás no te suene este nombre, a inicios del siglo XX sí que era bastante conocido y respetado. Galton acuñó la eugenesia como un término que sería clave para mucha de la maldad que vendría después. Definió como eugenesia como el único medio para poder mejorar la genética humana. Todas sus teorías se esparcieron como la pólvora en aquellas sociedades donde el darwinismo había calado en el siglo anterior (Darwin no estaba a favor de la eugenesia).


La pseudociencia de la eugenesia afirmaba que existían seres superiores e inferiores, y que, si sólo se llegaran a reproducir los primeros, se producirían hombres superiores, sin taras genéticas. Fue tal el calado de Galton que se llegaron a crear varias instituciones, como la Sociedad Alemana para la Higiene Racial (1904). Es más, en países tan desarrollados como Estados Unidos de América, Suecia y Dinamarca, aprobaron y llevaron a cabo leyes para esterilizar a personas que fueran portadoras de enfermedades hereditarias.


Todas estas ideas calaron en Adolf Hitler y su búsqueda por una "raza aria" libre de cualquier tara. Año de la llegada de Hitler al poder, el 14 de julio de 1933, prohibió no solo que se pudieran fundar más partidos políticos -lo que iniciaría la dictadura-, sino que también creó la Ley para la Protección de la Salud Hereditaria. Esta Ley establecía que quienes sufrían de "imbecilidad congénita, esquizofrenia, demencia maniacodepresiva, epilepsia hereditaria, enfermedad de Huntington [...] y alcoholismo agudo” fueran forzosamente esterilizados. Se crearon tribunales para garantizar su cumplimiento. Todo esto daría origen al programa Aktion T4. Hitler afirmaba que, si en el frente morían los mejores soldados, también en Alemania se debía acabar con "sabandijas", tal y como dijo en su libro Mein Kampf.


En 1939, el programa fue más allá, se quiso pasar de la esterilización al asesinato, se hablaba de "vidas indignas de ser vividas", cuya única solución era darles una muerte misericordiosa.


Se quiso crear una ley de eutanasia, pero sabían que tanto parte de la población como la Iglesia estarían en contra. Por lo que, se llevó a cabo el programa de forma secreta, muchos dirigentes pensaron que la guerra que se fraguaba de fondo les quitaría visibilidad. Se creó el Comité del Reich para el Registro Científico de Enfermedades Hereditarias y Congénitas, que serviría para censar a los recién nacidos con alguna patología. Tras ello, eran tres médicos los que marcarían el futuro del neonato, si hacia la muerte o la vida.


A los padres se les hablaba de unos centros especiales para los cuidados del hijo con discapacidad, centros de los que poca gente salió con vida.


Paralelamente, se intentó de muchas maneras concienciar al pueblo sobre el gran desgaste social y económico que se invertía en mantener vivas a las personas con alguna discapacidad.


Las familias recibían de estos centros una carta (a veces con un frasco con cenizas) informando de la muerte del enfermo. Fueron estas cartas las que hicieron tambalear el programa, muchas de ellas contenían errores de edad, sexo, causa de la muerte,... e incluso a veces se mandaban dos frascos de cenizas para un fallecido. Además, el humor y mal olor procedente de los sanatorios no ayudaron a su ocultación.


Varios obispos empezaron a denunciar estos hechos en sus iglesias, pero fue el obispo de Münster, Clemens August von Galen, en agosto de 1941 el que, gracias a su denuncia colectiva, provocó mucho desconcierto en la población. El revuelo social fue tan grande que Hitler no tuvo más remedio el 24 de agosto del mismo año que suspender el programa "oficialmente".




Para ampliar información:

Lafuente Villameriel, E. (2014). Las prácticas eutanásicas en el régimen nazi. Autonomia y heteronomía de la voluntad. Ver aquí.

Villela Cortés, F., y Linares Salgado, J. E. (2011). Eugenesia: Un análisis histórico y una posible propuesta. Acta bioethica, 17(2), 189-197. Ver aquí.

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