Encontrar calma en el caos.
Muchas veces solemos centrarnos más en la salud física, como si la mental estuviera en un orden inferior o fuera consecuencia de una buena salud física.
Realmente importan ambas, pero no siempre sabemos cómo cuidar nuestra salud mental.
¡En este artículo te enseño cómo hacerlo!
Consejo nº1: Entiende el presente.
Negar la realidad y reprimir tus emociones no es la solución. En lugar de ello, identifica que está sucediendo y cuáles son tus emociones.
Por otro lado, no pienses en lo siguiente que harás cuando hagas cualquier actividad. Disfruta y céntrate en el momento presente.
Consejo nº2: Habla de ti en positivo.
Cuando uno se habla bien a uno mismo, transmite positividad, eso que la gente llama "buenas vibraciones", favoreciendo la imagen que da esa persona a los demás. Cuando conocemos a una persona positiva, que se quiere a sí misma, nos llega a transmitir algo de su positivismo. Cuando nos hablamos en negativo, transmitimos esa negatividad a los demás, a nadie le gusta estar con personas muy negativas, porque sabemos lo que puede llegar a quemarnos como amigos, familiares o pareja de esa persona.
Con esto, no quiero decir que no se pueda estar mal ni tener momentos de tristeza. Son cosas muy distintas. Por ejemplo, al suspender un examen no es igual decirle a un amigo: "Soy un inútil, otra vez lo he hecho mal, no valgo para nada" (pensamiento irracional), que decir "¡Qué coraje! Lo he intentado como mejor podía, pero no me ha salido del todo bien, para la próxima lo haré mejor" (Pensamiento racional). El lenguaje ha cambiado, aunque la acción ha sido la misma (suspender), en el primer caso el lenguaje absolutista, no objetivo y derrotista no da lugar al cambio, porque reafirma una y otra vez que es un inútil. En el segundo caso, el lenguaje es más flexible, objetivo y la emoción es más controlada.
Al igual que no tomamos comida podrida o en mal estado, ¿por qué sí toleramos envenenarnos a nosotr@s mism@s con pensamientos negativos?
Consejo nº3: La sonrisa alarga la vida.
La sonrisa tiene un poder enorme sobre otras personas y sobre uno mismo, pero no lo valoramos. ¿Sabrías decirme cuándo sonreíste ayer? ¿y cuántas veces? La sonrisa expresa positividad y atrae emociones placenteras en nosotros y en quienes nos rodean. Al igual que cuando estamos con alguien que llora desconsoladamente y nos dan ganas de llorar, con la risa pasa lo mismo, gracias a las neuronas espejo. Si te rodea un ambiente positivo, que sonríe y ríe con frecuencia, no es que haya menos problemas, pero la forma de enfrentarse a ellos será distinta.
Su poder es tan grande que se merecería su propio artículo. Pero para que entiendas un poco más, cuando sonreímos liberamos endorfinas (que es responsable de la sensación de placer), se reduce el cortisol (la hormona del estrés), mejora la calidad de la piel y reduce su envejecimiento (debido a que la risa provoca una mejor oxigenación de la sangre) y hay más razones (es un analgésico natural, ayuda a la digestión, etc.).
Además, si se necesitan más músculos para estar enfadados que para sonreír... ¿No es mejor sonreír?
Consejo nº4: DES-infórmate.
El exceso de noticias que buscan sensacionalismo a través del impacto
generado en la audiencia es bastante desgarrador. Casi siempre, las noticias hablan
de guerras, atentados, accidentes de tráfico, crisis, muertes y catástrofes ambientales. No habría ningún problema si las noticias fueran neutrales, es decir, que no buscaran enseñar lo peor del mundo, como por ejemplo cuando el presentador dice: "No pueden perderse estas desoladoras y estremecedoras imágenes", y aparece un volcán en erupción sepultando casas bajo la lava. O imágenes de talibanes ejecutando a civiles, o imágenes de un fatal accidente de tráfico. Los telediarios están escritos y dirigidos de tal manera que captan tu atención sin importar lo que estés haciendo. Si las noticias también se centraran más en las partes buenas del mundo, cómo el avance de la medicina para intentar paliar enfermedades terminales. Por desgracia, este equilibrio neutral entre noticias positivas y negativas no se dan por norma general.
Estar informado está bien y nos ayuda a entender qué ocurre en el mundo, pero si el cerebro sólo recibe información negativa de forma recurrente, sólo podrá emitir información negativa. Si estuvieras viendo durante 1 año las noticias de 24 horas, ¿Qué tipo de persona serías? ¿negativa o positiva?
Consejo nº5: Dime con quién andas y te diré quién eres.
Los refraneros españoles son muy sabios porque con pocas palabras, pueden expresar mucho. A la hora de elegir con quienes quieres pasar tu tiempo, rodéate de gente que sea afín a ti o gente a la que te gustaría parecerte por los valores que transmiten. Una buena relación es aquella en la, a pesar de sus diferencias y parecidos, siguen yendo en sintonía. Si en la relación los integrantes son muy opuestos, quizá sea hora de ponerle punto final para poder encontrar otras.
Si quedas con gente muy negativa, que no sonríe y que todo lo ve negro, ¿Cómo vas a acabar siendo positiv@? Va a costar mucho esfuerzo y fatiga mental. En Inglaterra hay un proverbio que afirma: "Caza con los gatos y sólo obtendrás ratas" (Hunt with cats and you catch only rats).
Consejo nº6: No critiques a quien no está presente.
Las críticas normalmente se enfocan en los aspectos negativos de amistades, conocidos y familiares. No se busca una crítica constructiva en la que el fin último sea aprender para poder ser mejores personas, sino una crítica destructiva para desvalorar a la persona, tanto por lo que hace como por lo que no, muchas veces, a sus espaldas
Cuando escuchas a alguien criticar a otros a sus espaldas, ten por seguro que también te criticará a ti sin tú saberlo. Este tipo de práctica no hace más que cultivar tanto a la desconfianza como a los pensamientos negativos.
Por otro lado, cuando empezamos a criticar a alguien, normalmente otros conocidos de esa persona se unen a la crítica, reforzando y formando una cadena de negatividad que no lleva a buen puerto. Además, ¿te gustaría que te recuerden por ser una persona que siempre critica a otros?
Otros consejos:
Consejo nº7: No descuides tu alimentación.
Mantener una dieta sana, equilibrada y lejos de los ultraprocesados ayuda al cuerpo a sentirse bien, lo que repercutirá en sentirnos bien con nosotros mismos. Intenta reducir lo posible los azúcares, carnes rojas y grasas saturada, aumenta los productos frescos (como frutas y verduras).
Consejo nº8: Vigila tu sueño.
Dormir entre 7 y 8 horas ayuda a descansar el cuerpo y el cerebro. En este artículo (al final) te dejo consejos para una buena higiene del sueño.
Consejo nº9: Busca ayuda.
Es posible que por mucho que lleves a la práctica estos consejos no te sirvan para poder estar bien contigo mism@. Si ese es el caso, pide ayuda a un profesional de la salud mental. Nadie sabe más sobre ello que un psicólogo.
Al igual que cuando estás con gripe vas al médico, ve al psicólogo cuando sientas que algo no va bien por tu cabeza. La salud física y mental están en una especie de simbiosis, por lo que no protejas más a una que otra, eres ambas.
