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¿Podríamos matar si otro nos lo dice?

Foto del escritor: PsicoPiramidePsicoPiramide

Actualizado: 4 sept 2021


¿Podrías matar si otro te lo ordena?

Los crímenes de guerra de las SS por parte de Adolf Eichmann estremecieron al mundo. Fue el encargado del transporte de judíos para su posterior asesinato. Se calcula como el responsable de la muerte de unos seis millones de judíos. Cuando acabó la guerra huyó a Argentina, pero finalmente fue capturado y juzgado en Israel. Antes de morir en la horca acusado de crímenes contra la humanidad, dijo las siguientes palabras: "Larga vida a Alemania. Larga vida a Austria. Larga vida a Argentina. Estos son los países con los que más me identifico y nunca los voy a olvidar. Tuve que obedecer las reglas de la guerra y las de mi bandera. Estoy listo. [...] No perseguí a los judíos con avidez ni placer. Fue el Gobierno quien lo hizo. La persecución, por otra parte, solo podía decidirla un Gobierno, pero en ningún caso yo. Acuso a los gobernantes de haber abusado de mi obediencia. En aquella época era exigida la obediencia, tal como lo fue más tarde la de los subalternos."​


¿Hasta qué punto podemos matar a alguien a través de órdenes?


Esto mismo se lo preguntó Milgram, un psicólogo de la Universidad de Harvard que quiso estudiar la relación entre asesinato y obediencia. Quería saber si Eichmann tenía algo de razón o no.

Mediante un anuncio en una parada de autobús, en el cual pedía sujetos experimentales a cambio de 4 dólares (a día de hoy serían unos 28 dólares). Finalmente, se consiguieron 40 participantes (todos hombres). La tarea era simple, únicamente se trataba de una tarea de aprendizaje. Milgram lo resumía en estas palabras: "Estamos haciendo un experimento para ver cómo afecta el castigo al aprendizaje del alumno. Si falla la pregunta, tienes que castigarle."


Información sobre Milgram

Había dos condiciones en el experimento, se podía ser el maestro (el que enseñaba la tarea y daba las descargas eléctricas) o el alumno (el que las sufría). Mediante un concurso amañado se echaba "a suertes" quién sería maestro o alumno. Todos los participantes de la calle serían siempre maestros, el alumno era una persona de la investigación el cual los participantes no sabían que era el cómplice (un actor). Había una tercera persona, el investigador, que estaría en la misma sala que el maestro y era el que le animaba a continuar con el experimento. El alumno, por su parte, estaba en una sala contigua que se separaba de la de estos dos por una gran pantalla de vidrio que no era translucida. Por lo cual, no podía verle, pero sí oírle. El maestro, antes de pasar a la habitación contigua, veía como el alumno se sentaba, amarraba y conectaba a los electrodos. El investigador afirmaba en un principio que quizás se pueda causar dolor, pero no daños irreversibles.


Formato experimento

El alumno se sentaba en una silla, amarrado de pies y manos, conectado a unos (falsos) electrodos que le darían esa descarga eléctrica (vuelvo a insistir en que nunca fue real). Ahora bien, ¿Cuándo se llevaba el alumno esa descarga? Solo cuando fallara la tarea de aprendizaje, ¿Qué tarea de aprendizaje?

La tarea consistía en pares de palabras que nada tenían que ver entre sí. Por ejemplo, el par de palabras "árbol-río" pertenecen a la misma categoría, naturaleza, por ejemplo. Pero "silla-perro" no comparten ninguna, uno es un ser vivo y el otro un ser inerte. Pues bien, el maestro decía pares de listas de palabras y el alumno tenía que decir qué palabra era la asociada.

Por ejemplo: Coche-bolsa.

¿Con qué palabra está asociada coche?

1 VERDE

2 MAR

3 CASA

4 BOLSA


Si el alumno elegía el número 4 (BOLSA), acertaba. Si elegía una incorrecta (por ejemplo la número 2, MAR), fallaba. En este caso, se administraba una descarga eléctrica a modo de castigo. La descarga comenzaba por 15 voltios (una especie de cosquilleo por el cuerpo), otro fallo sumaba otro 15 V (30), luego 45, 60,... y así hasta los 450 V de máxima (la cual puede provocar la muerte).


Tipo de tarea de aprendizaje

¿Cómo se hacían las descargas eléctricas?

Todas las descargas eléctricas que se oían eran grabaciones. El alumno gritaba y se quejaba de dolor de forma simulada, como si la estuviera sufriendo. A mayor intensidad de la descarga, más dolor y más frases queriendo abandonar el experimento. Es más, partir de la máxima intensidad, ya no se quejaba ni respondía al maestro, simulando que había fallecido.

Frases que decía el alumno al recibir las "descargas eléctricas":

75 voltios: "¡¡¡Uf!!!".

195 voltios: "¡¡¡Uf!!! Déjeme salir de aquí. Déjeme salir de aquí. Mi corazón me está molestando. ¡Déjeme salir de aquí! ¡No tiene derecho a retenerme aquí! ¡Déjeme salir! ¡Déjeme salir de aquí! ¡Déjeme salir! ¡Déjeme salir de aquí! Mi corazón me está molestando. ¡Déjeme salir! ¡Déjeme salir!".

300 voltios: (Gritando) "Me niego rotundamente a contestar más. Sáqueme de aquí. No puede retenerme aquí. Sáqueme. Sáqueme de aquí".

450 voltios: (Silencio).


A partir de los 60 V muchos se sentían incómodos, tenían esa risa nerviosa característica de cuando algo no te gusta, pero aún así lo haces. A los 135 V hubo más resistencia por parte de muchos, donde mostraron más recelo a seguir con el experimento. A los 300 V muchos quisieron parar con el experimento, incluso renegando del dinero, pero ninguno paró.


¿Cuándo paraba el experimento?

Había dos condiciones:

Fin experimento Milgram

*Nota: En la condición 1 no se permitía abandonar al maestro hasta que se hubiera quejado de continuar con el experimento 5 veces.



Resultados:

- Mayor obediencia a la autoridad cuanto menos conocen a la víctima y hay distancia física entre ambos.


- Mayor obediencia cuando la autoridad está cerca.


- Percibir a la autoridad como competente, así como su apariencia, mejoran la obediencia. En este caso, al ser profesores y personal de la Universidad de Harvard no podían imaginarse que pudiera ser algo malévolo, confiaban en ellos.


- Mayor obediencia a la autoridad cuanto menos se conoce a la víctima.


- No hay diferencias por sexo en cuanto a obediencia. Esto se afirmó en posteriores experimentos.


- A mayor formación académica, menor obediencia a la autoridad.


- Siempre se justificaban los participantes en que seguían órdenes, que ellos no habían sido.


En un principio, se hipotetizó que en torno el 3 % de los participantes serían capaces de administrar la máxima descarga eléctrica, ya que sería de sádico poder continuar por encima de los 300 V. La realidad fue mucho mayor, ningún participante paró ante tal intensidad. Llegando 25 de los 40 participantes (el 65 %) hasta la máxima descarga.


Es un experimento muy criticado a día de hoy (e incluso en su momento) por los problemas de ética que plantea. Sometieron a los participantes a mucha presión, incluso cuando acabó el experimento, éstos afirman que no recibieron mucha información sobre la auténtica naturaleza de todo aquello. Además, se mintió en un principio sobre la naturaleza del experimento, ya que en vez de ser sobre aprendizaje, fue sobre obediencia y autoridad.


De igual forma, todo ello no hace más que plantear que cualquiera de nosotros podría llegar a ser Eichmann bajo una presión y contexto concretos. ¿No es terrorífico?



¿Qué puede explicar lo ocurrido en el experimento?

Explicación Milgram

¿Conocías este experimento? ¿Sabes de algún otro? ¡Te leo en los comentarios!

2 Comments


Rosario Carreño
Rosario Carreño
Sep 04, 2021

Muy buen artículo, me parece uno de los experimentos más interesante de la psicología.

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PsicoPiramide
PsicoPiramide
Sep 04, 2021
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así es! suele ser uno de los experimentos más famosos en Psicología. Me alegro mucho que te haya gustado! gracias por comentar 😁

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