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Sobre emociones: Sorpresa



Llevas un día maravilloso, vuelves del trabajo muy contento, ha sido una buena jornada laboral. De camino a casa piensas que a la tarde vas a ver esa película en el cine que tanto llevas esperando y por fin hoy se estrena, estás muy feliz. Además, cuando llegues a casa te vas a cocinar ese plato de comida que tanto te gusta como forma de celebración. Cuando llegas a casa, encuentras sitio para aparcar en la misma puerta, parece que nada puede ir mejor. Antes de subir, te da por ver si hay cartas en el buzón, aunque sabes que no puede haber ninguna factura pendiente porque todas se la cobraron la semana pasada. Abres el buzón y para tu sorpresa hay una carta. ¿Qué piensas que es?


Tras la sorpresa de encontrar una carta cuando no se esperaba ninguna, pudiera ser dos escenarios distintos. Por un lado, pudiera ser una multa de tráfico, lo cual podríamos considerar que tras la sorpresa aparecieran emociones de tristeza e ira ("¡Qué mala suerte tengo, seguro que ha sido ese radar de semáforo!"). Por otro lado, podría ser la carta de un amigo tuyo que vive lejos de ti y quería mandarte una postal con un pequeño regalito. Por lo que, de esa sorpresa te llevarías una alegría. ¿Qué tipo de escenario habías pensado?


La sorpresa puede ser de las pocas (o única) emociones que resultan ambiguas e incluso neutra. Si pensamos en sorpresa, se nos viene a la mente otras emociones como pueden ser la tristeza o alegría, e incluso ira.


¿Qué es la sorpresa?

Es una de las seis emociones básicas según Paul Ekman (junto a la tristeza, ira, miedo, asco y alegría). La sorpresa ocurre cuando hay algún imprevisto y nos obliga a centrar toda nuestra atención en aquello novedoso. Este imprevisto puede ser una situación novedosa o un cambio inesperado.


Es más, la sorpresa es una emoción confusa para muchos autores. El hecho de que sea una emoción tan breve (dura pocos segundos) ha hecho que algunos no la consideran una emoción como tal, creen que se trata de un estado previo a otra emoción congruente con la situación. Es decir, creen que la sorpresa es una especie de túnel breve que lleva a otra emoción más duradera como lo es la tristeza o la ira.


¿Cómo se manifiesta?

¿Para qué sirve la sorpresa?

Cuando algo nos sorprende, nos "detiene", dejamos de hacer lo que estuviéramos haciendo para focalizar nuestra atención en lo imprevisto, para así, poder actuar mejor y más rápidamente. Si lo que va después de la sorpresa es un evento agradable, nos aproximaremos, si es desagradable, nos alejaremos.






Por ejemplo, si viéramos a una persona ansiosa que no presta atención al entorno, lo haría cuando hubiera un estímulo imprevisible para él. Se "reiniciaría" y prestaría atención. Hay una técnica muy popular en series y películas, que consiste en darle una bofetada a la persona ansiosa sin que se la vea venir. Con ello, no quiero decir que haya que dar bofetadas cuando queramos que alguien preste atención, hay otras formas mejores y menos dolorosas, como dar un salto o aplaudir fuertemente.


Con todo ello, podemos ver que la sorpresa puede servirnos para redirigir la atención. Muchos comerciales y profesores, suelen utilizar herramientas que sorprenden al cliente/alumno para al menos tener toda su atención. Además, con la sorpresa podemos darnos cuenta de qué cosas nuevas hay a nuestro alrededor.


¿Conocías todo esto?

¿Te gustan las sorpresas?

¡Te leo!

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