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Mitos suicidio



Un mito suele ser una verdad no basada en la ciencia pero que se toma como cierta.

Erradicar los mitos puede favorecer que el suicidio deje de ser un tema tabú en nuestra sociedad. Categorizando al suicida como un ente trastornado, solitario y sin remedio, cuando la realidad es que el suicidio es prevenible.


Por ello mismo, la formación e información sobre cómo prevenir el suicidio se hace más importante que nunca para poder disminuir la alarmante cifra de suicidios que no hace más que aumentar año a año, situando al suicidio como la primera causa de muerte no natural.


Conocer la realidad que esconde cada mito puede favorecer actuar a tiempo ante de la desgracia.


Principales mitos sobre la conducta suicida:

(Nota: Los mitos no están ordenados siguiendo un orden causal.)



Mito 1:
Es mejor no hablar del tema de suicidio ya que eso puede alentar a las personas a hacerlo, es contraproducente.

Realidad: Darle a la persona la oportunidad de hablarlo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Por una parte, le estás dando protagonismo a su problemática para que exprese su desesperanza y problemas, así como que puede dar paso a buscar otras alternativas más factibles. Por otra parte, el poder hablar libremente de ello puede sensibilizar a la población para eliminar este estigma. No hay que olvidar que en España y en todo el mundo las muertes por suicidio superan los fallecidos por accidente de tráfico y homicidios por violencia de género.



Mito 2:
El que dice que se va a suicidar no tiene intención de hacerlo, solo busca llamar la atención.

Realidad: Cada gesto (hacerse daño) o amenaza (verbal) suicida hay que tenerla en cuenta y no pasarlo por alto. Muchas veces, quienes piensan en suicidarse no saben como pedir ayuda, gestionar sus emociones y/o como actuar. Por eso mismo, no llaman la atención, imploran ayuda de la única manera que saben. Hay que ir siempre al trasfondo de sus palabras o acciones. Más de 75% de quienes dicen se van a suicidar, comenten un intento.



Mito 3:
Las personas que se suicidan tienen algún tipo de trastorno mental.

Realidad: El suicidio no se da solamente dentro de un trastorno mental como la depresión, esquizofrenia o en los trastorno de la conducta alimentaria. Muchas veces, la idea de suicidio viene por desesperanza, no saber afrontar una situación vital muy estresante, una gran infelicidad, etc.



Mito 4:
El suicidio es hereditario.

Realidad: Aunque a veces en algunas familias podemos encontrarnos varios miembros que se han suicidado, no está demostrado que el suicidio sea hereditario. Lo único que sí lo es es la probabilidad de sufrir ciertos trastornos mentales o rasgos de la personalidad que hayan tenido/tengan nuestros progenitores. El suicidio no tiene porque emparejarse de forma directa, depende de más factores. Además, también entran en juego los factores de protección (entorno favorable, buenas relaciones sociales, dinámica familiar positiva, etc.).



Mito 5:
Los niños no se suicidan.

Realidad: Al igual que los niños pueden padecer de depresión, también se da el suicidio en edad temprana. Cuando un niño aprende el concepto de muerte, pueden cometer un acto para quitarse la vida.



Mito 6:
Cuando se mejora tras el intento de suicidio, no hay riesgo.

Realidad: Los 90 días posteriores a la tentativa suicida, es cuando hay más riesgo de volver a repetirlo. Incluso tras el alta hospitalaria, las siguientes semanas/meses son clave. Muy importante son el apoyo social y sanitario.



Mito 7:
La persona suicida es una cobarde/valiente.

Realidad: No se trata de hablar de valentía o cobardía, ya que, lo que hay es un gran sufrimiento. Este tipo de afirmaciones tiene juicios de valor que hay que intentar evitar.



Mito 8:
La persona suicida lo hace porque tiene claro que quiere morirse.

Realidad: No tiene porque ser así siempre. En la gran mayoría de las veces, la persona tiene una problemática de fondo tan grande que ve la muerte como única salida. De igual forma, existe cierta ambivalencia entre vivir y morir. Por esto mismo, el apoyo y escucha activa es crucial para prevenir cualquier desenlace fatal.



Mito 9:
Sólo se suicidan las personas solitarias/pobres.

Realidad: No tiene por qué ser así siempre. Hay muchas personas que tienen el estereotipo de vida perfecta (buen trabajo, buenos hijos, matrimonio feliz) y aún así cometen suicidio o tienen esa idea rondándole la cabeza. El suicidio no entiende de clase social, raza o género.



Mito 10:
Los que se suicidan son personas peligrosas, ya que, si atentan con quitarse su vida, no les importa la de los demás.

Realidad: Freud definía al suicidio como un homicidio de 180 grados, donde verbalizaba la agresión no en el otro, sino en sí mismo. Ahora bien, las personas que se suicidan NO suelen "arrastrar" a la muerte a otros. Sí que puede pasar en casos de suicidio ampliado (donde la persona se lleva consigo a otras víctimas que no quieren morir, suele ser el caso de algunas sectas, para ver los tipos de suicidio te recomiendo el artículo: "Hablemos de suicidio"). También se incluirían los casos de algún trastorno psicótico o en dramas pasionales.


¿Conocías todos estos mitos? ¿creías que alguno era totalmente cierto? ¡Te leo en los comentarios!


Referencias bibliográficas para ampliación:

  • Bedolla, R. , Musacchio, A. B., y Ramírez, R. P. (2005). Suicidio en jóvenes. Revista de la Facultad de Medicina UNAM, 48(2), 54-57. Disponible aquí.

  • Pérez-Barrero, S. (2005). Los mitos sobre el suicidio. La importancia de conocerlos. Revista Colombiana de Psiquiatría, 34(3),386-394. Disponible aquí.


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