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Sobre emociones: Tristeza

Actualizado: 24 nov 2021



Todos hemos estado tristes, incluso es posible que estés leyendo este artículo mientras tu estado de ánimo no es del todo alegre. De un modo u otro todos sabemos lo que es la tristeza porque la vivimos en nuestras carnes, pero hablar SOBRE la tristeza suele costar más. De igual forma, solemos categorizar a la tristeza como una emoción "negativa", cuando todas son positivas porque nos ayudan a sobrevivir, todas cumplen una función. Muchas veces incluso nos negamos el estar tristes, como si llorar fuese algo que nos hiciera menos humanos y compartimos por todas las redes sociales nuestras alegrías (comilonas, fiestas, cine, etc.) e incluso aun estando tristes, subimos contenido alegre para aparentar.


Es cierto que lo que buscamos es la felicidad, buscar el placer y huir del dolor, pero toda la vida no es un camino de rosas, hay subidas y bajadas. Esta posición de no asumir la tristeza es como si mientras condujéramos por la autovía hiciéramos caso omiso al testigo de reserva de gasolina. Ninguno de los dos finales acabaría bien. Es por eso que, la tristeza tiene un gran poder, es una forma que tiene que el cuerpo de avisarnos de que algo no funciona bien.


¿Qué es la tristeza?

La tristeza es una de las seis emociones básicas (junto a la ira, miedo, asco, alegría y sorpresa). según Paul Ekman (psicólogo pionero en el estudio de las emociones). Es una emoción necesaria, activa los mecanismos para superar el dolor emocional a raíz de una pérdida (materiales o personales). A su vez, el hecho de poder sentir tristeza facilita que podamos verla en otros, facilitando la empatía para consolar y ayudar.


Manifestación de la tristeza:

Físico: Agotamiento del cuerpo (cansancio), mirada hacia el suelo, llanto, postura corporal inclinada hacia delante, expresión de malestar en la cara, problemas de sueño y apetito, entre otras.

Cognitivo: Dificultad de atención y concentración, pensamientos intrusivos sobre la pérdida o frustración, etc.

Comportamental: Por ejemplo, cierta distancia con las relaciones sociales, desgana para hacer las actividades del día a día, e incluso en algunas personas se manifiesta en irritabilidad.


¿Para qué sirve la tristeza?

Antes de nada, habría que preguntarse cuando surge la tristeza, y aparece cuando la persona sufre una pérdida significativa, puede ser pérdida del trabajo, de un ser querido, del pelo, de un miembro (mano, pierna, ...), etc. Además, tiene una función social, permite que otras personas estén con nosotros en esos momentos tan duros, fortaleciendo en muchos casos las relaciones.


A pesar de lo anterior, en un primer pensamiento podríamos decir que no sirve para nada, ya que nos "pausa" como personas durante un tiempo, y nos detiene para pensar en todo lo que ha pasado, cómo nos afecta y si hubiera sido evitable. También nos enseña, nos ayuda a crecer como personas. En el proceso de duelo un ejemplo sería cuando elaboramos esa pérdida pensando en que esa persona no estará más a nuestro lado, a la vez que la recordamos, haciéndonos a la idea de que siempre estará en nuestra memoria.


Si pudiéramos quitarnos la tristeza del repertorio de emociones, esto es, no volver a sentirla, no tendríamos motivación ni motivos para hacer nada, debido a que tanto lo que hiciéramos como sus consecuencias no tendrían peso en nosotros. Todas las decisiones serían iguales, no nos sentiríamos mal. La tristeza nos "protege" para evitar esas situaciones que son dolorosas emocionalmente para nosotros. Por ejemplo, si cuando suspendes un examen te diese completamente igual, nunca podrías aprobar ni obtener ningún certificado académico. Por otro lado, la tristeza (o mejor dicho su expresión), nos hace sentir bien, cuando nos vaciamos de lágrimas es cuando podemos volver a llenarnos de otras muchas cosas.


Efectos físicos de la tristeza:

La tristeza cuando tiene cierta temporalidad provoca cambios en el cuerpo, bajan los niveles de serotonina (neurotransmisor relacionado con estado de ánimo y emociones), aumenta la hormona del cortisol (hormona relacionada con el estrés, es la que provoca que nos cueste dormir y los niveles de azúcar en sangre y presión sanguíneas no sean correctos), las defensas del sistema inmune bajan y puede precipitarse alguna cardiopatía.


Tipos de tristeza:

Existen 2 tipos: La reactiva y la clínica. La primera es la tristeza que se produce de forma normal ante una pérdida y tiene una función adaptativa. La tristeza clínica es aquella que no tiene un claro estresor, es más duradera que la tristeza reactiva y suele ser hereditaria e involucrar a algunos neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina (ambas tienen que ver con un correcto estado de ánimo y la motivación a hacer cosas). Esta tristeza clínica es la que puede evolucionar a una depresión.


¿Tristeza o depresión?

La mayoría de personas suelen etiquetarse a sí mismas el hecho de tener depresión cuando pasan un mal día o están bajo de ánimos, pero... ¿es lo mismo? La respuesta es NO. Hay un abismo de diferencias clínicas entre la tristeza y la depresión. En primer lugar, la tristeza es una emoción básica y necesaria, la depresión es un trastorno psicológico que se diferencia de la tristeza en intensidad, duración y frecuencia (siendo todo ello mayor en la depresión). Esto mismo provoca que la depresión pueda durar meses e incluso años, la tristeza no es tan duradera en el tiempo, puede durar días.

En la depresión empeora considerablemente la calidad de vida, en la tristeza no. Por ejemplo, alguien con depresión puede dejar de asearse, ir al trabajo y cuidar a sus hijos, así como ni siquiera tener fuerzas para levantarse de la cama y tener ideas de suicidio. La persona triste seguirá haciendo su vida sin mayor problema que tener un estado de ánimo más bajo de lo habitual. Además, la depresión tiene mayores síntomas y más graves que en la tristeza.


¿Qué podemos hacer para afrontar la tristeza?
  • No dejes de hacer lo que te guste, la tristeza puede hacer que tengamos menos ganas de hacer X, ¡no se lo consientas!

  • Rodéate de personas que te quieran y te apoyen. Muchas veces es necesario estar en soledad, pero en los momentos tristes toda muestra de cariño y afecto puede ser muy reconfortante.

  • No te centres en el problema, sino en formas de solucionarlo. Si el problema no tiene solución como la muerte de un ser querido, rodéate de personas que te hagan sentir alegre. Si existe solución aquí te dejo una guía sobre cómo resolver los problemas.


Consejos a tener en cuenta:

La tristeza es una emoción necesaria en nuestra vida, permite recomponernos, expresar las emociones es un buen inicio para poder superarlas. Por ello, la tristeza nos obliga a centrarnos en nosotros mismos, hacer introspección para poder superar ese evento que tanto dolor emocional nos provoca.


¿Y si no puedo combatir la tristeza?

Puede ocurrir que no sepas cómo gestionar tu tristeza (o depresión), no pasa nada, no todo el mundo nacemos sabiendo. Lo importante es que cuando sientas que no puedes controlar tu vida y que este sentimiento de tristeza sea muy frecuente, intenso y duradero, pidas ayuda para que no evolucione a una depresión. La atención precoz es clave. Para ello, debería de buscar ayuda profesional. Nadie conoce mejor cómo funciona el cerebro que un psicólogo.



*Referencias de ampliación:

Cruz Pérez, G. (2012). De la tristeza a la depresión. Revista electrónica de psicología Iztacala, 15(4). Puedes leerlo pinchando aquí.

Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.

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